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| Indexado |
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| DOI | 10.3989/AEAMER.2017.2.11 | ||||
| Año | 2017 | ||||
| Tipo | artículo de investigación |
Citas Totales
Autores Afiliación Chile
Instituciones Chile
% Participación
Internacional
Autores
Afiliación Extranjera
Instituciones
Extranjeras
Our research analyzes the defining characteristics of a different theatrical format, which emerged in Chile after the end of the War of the Pacific, parallel to the working-class circuits and aristocratic groups Almost imperceptible in its time, without being subject to commercial pressures or the approval of critics, it should be taken into account both in its testimonial connotation as well as its contribution to the renewal of the national performing arts These were expressed in the display of new techniques of representation, and particularly, in a deep innovation, laying the groundwork for the subsequent development of the Chilean Social Theatre
| Ord. | Autor | Género | Institución - País |
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| 1 | DONOSO-ROJAS, CARLOS DAVID | Hombre |
Universidad de Tarapacá - Chile
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| Agradecimiento |
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| La distancia y la distinción de la elite para con lo inferior eviden-ció el profundo desconocimiento de la existencia de circuitos culturales alternativos, y condicionó la posibilidad de congregar en el teatro a las muchedumbres integrales, según Pérez Galdós, donde asistiese «desde el ser refinado que mucho sabe y poco siente hasta el analfabeto que ignora todo y siente con poderosa intensidad».35 En noviembre de 1888, un mitin organizado por el Club del Progreso, una sociedad integrada por «hombres liberales y jóvenes estudiosos» de Santiago, concluyó que en Chile no existía un arte genuinamente nacional. El problema, de acuerdo con la opinión mayoritaria, pasaba por la ausencia de «sentimiento artístico del pueblo» y la falta de un carácter propio, definido por factores culturales y raciales, que distanciaba a la sociedad chilena de las naciones civilizadas. Es interesante constatar que la única voz disonante en la reunión plantease que la causa de que no hubiese arte y cultura de calidad debía buscarse en un argumento más sencillo: la arraigada costumbre de subestimar las producciones nacionales.36 |