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| Indexado |
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| DOI | 10.18441/IBAM.17.2017.65.45-66 | ||||
| Año | 2017 | ||||
| Tipo | artículo de investigación |
Citas Totales
Autores Afiliación Chile
Instituciones Chile
% Participación
Internacional
Autores
Afiliación Extranjera
Instituciones
Extranjeras
This article approaches the trauma of the Chilean dictatorship through the intersection between childhood and exile. It analyzes the role of childhood in Chilean exile cinema, focusing on documentaries produced throughout the 1970s and 80s. We will study the presence of childhood as a symbol in the political imaginary of exile, discuss the ways in which cinema recognizes and authorizes children's testimony, and cover the dilemmas of desexilio and counter-nostalgia in films devoted to the theme of return. The article argues that Chilean exile cinema turns to childhood as a key experience to understand the cultural phenomenon of uprootment, its psychological and social repercussions, and its role in the formation of an exilic subjectivity.
| Ord. | Autor | Género | Institución - País |
|---|---|---|---|
| 1 | Palacios, Jose Miguel | Hombre |
NYU - Estados Unidos
New York University - Estados Unidos |
| 2 | Donoso Pinto, Catalina | Mujer |
Universidad de Chile - Chile
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| Agradecimiento |
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| Corvalán, más un noticiero sobre el recibimiento a un niño exiliado en una sala de cla-ses (todos realizados por la DEFA, la compañía estatal de la RDA), ilustran de manera ejemplar la presencia de la infancia en este imaginario del exilio. Cabe mencionar que las relaciones políticas entre la RDA y Chile en el contexto de la Guerra Fría poseen ciertas particularidades, en la medida en que operan bajo el signo de la solidaridad internacional. Como recuerda Caroline Moine, las campañas llevadas a cabo en nombre de la solidaridad “rimaban la vida cotidiana en la RDA, desde la escuela al lugar de trabajo y a los espacios de ocio” (2010: 291). Después del triunfo electoral de Allende en 1970, y sobre todo después del golpe de Estado de 1973, el lugar de Chile en el discurso y la práctica de la solidaridad en la RDA adquirió más relevancia. Se creó un comité de solidaridad enteramente dedicado a la situación chilena. Los eslogans, gritos, canciones e íconos políticos, se volvieron conocidos para la mayoría de los ciudadanos de la RDA. Muchos de ellos participaron activamente en las “Ligas Antifascistas” y el “Centro Chileno” de solidaridad, manifestándose con la comunidad chilena y reuniendo fondos para ella. Las niñas y niños de Alemania del Este aprendieron a cantar el himno “Venceremos” en la escuela, e hicieron dibujos y escribieron cartas para denunciar los crímenes de la Junta Militar. Este tipo de acciones cristalizaron en las campañas para liberar a Marín y Corvalán, retratadas en Gladys Marín (Winter 1974) y Wir werden siegen durch die Solidarität / Venceremos con la solidaridad (Hadaschik 1977), películas que construyen una imagen doble de perfección política: la del Estado que acoge e incluye a los exiliados, sin pedir-les nada y dándoles todo a cambio, y la del militante modelo, el sujeto comprometido que va a las manifestaciones, escribe cartas, junta dinero; en breve, la del sujeto que encarna la solidaridad. Los dos documentales siguen una misma estructura: una na-rrativa circular que comienza y termina en el aeropuerto, y entremedio, una sucesión de bienvenidas y ceremonias oficiales donde la iconografía y el léxico del internaciona-lismo, la solidaridad, y el antifascismo, se repiten como mantras. En estas películas la niñez aparece desempeñando un rol determinante. |