A diferencia de los sistemas europeo y africano, el sistema interamericano de derechos humanos excluye totalmente la participaci & oacute;n de terceros interesados en los procedimientos ante su & oacute;rgano judicial: la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se plantea que los argumentos que justificar & iacute;an dicha exclusi & oacute;n no ser & iacute;an suficientes -al menos, por s & iacute; solos- para excluir del todo la intervenci & oacute;n de dichos terceros. Es m & aacute;s: el art & iacute;culo se & ntilde;ala que la exclusi & oacute;n representa una dificultad que afecta tanto al debido proceso, como a las capacidades institucionales de la Corte. Esto, especialmente, en un contexto dentro del cual aquel tribunal debe asumir la resoluci & oacute;n de problemas marcadamente polic & eacute;ntricos. El art & iacute;culo sugiere reevaluar la exclusi & oacute;n de los terceros interesados, cuesti & oacute;n que deber & iacute;a conducir a una reforma del Reglamento de la Corte. Finalmente, el trabajo explica que este planteamiento resulta consistente con ciertas tendencias jurisprudenciales desarrolladas por la misma Corte durante los & uacute;ltimos a & ntilde;os.