El fallecimiento de Giovanni Parodi sumió en un profundo dolor a su familia y también a sus numerosos amigos y a las comunidades científicas chilena, hispanoamericana e internacional. Se marchó el 14 de noviembre, y aquel sábado el desconsuelo fue quebrando las palabras de todos los que lo conocimos. Un año después, la intensa pena de entonces es insignificante en comparación con la inmensa felicidad que Giovanni produjo durante toda su vida.