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Departamento Gestión de Conocimiento, Monitoreo y Prospección
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Commons, state and coastal conflicts. An approach to the dynamics and disputes for the coastal spaces in the province of concepción. (1931-1992) Bienes comunes, estado y conflictos litorales. Una aproximación a las dinámicas y disputas por los espacios costaneros de la provincia de concepción. (1931 - 1992)
| Indexado |
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| DOI | |||
| Año | 2017 | ||
| Tipo |
Citas Totales
Autores Afiliación Chile
Instituciones Chile
% Participación
Internacional
Autores
Afiliación Extranjera
Instituciones
Extranjeras
Abstract
This study focuses on the dynamics and conflicts derived from the occupation of the coastal areas of the Province of Concepción due to the growth of both artisanal and industrial fishing activities. The objective is to show the scope of the legal control of the coast by the State of Chile through the Navy and to illustrate and examine cases related to the development of mechanisms for the adaptation of artisanal fishermen to the progressive enclosure of coastal and marine spaces. It is argued that the fishermen subsisted under progressive precariousness and instability, due to an ambivalent state position that ended up decisively favoring the industrial sector at the middle of the twentieth century.
| Ord. | Autor | Género | Institución - País |
|---|---|---|---|
| 1 | CAMUS-GAYAN, PABLO MAX | Hombre |
Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
|
| 2 | Castillo, Sebastián Castillo | Hombre |
Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
|
| 3 | Dattwyler, Rodrigo Hidalgo | Hombre |
Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
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| Fuente |
|---|
| Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural |
| FAO |
| Estado de Chile |
| Fundación para la Capacitación del Pescador Artesanal |
| Municipalidad de Penco y la Subse-cretaría de Pesca |
| arquitecto de la Zona Naval de Talcahuano |
| Apostadero Naval de Talcahuano y demas |
| Programa de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación |
| Agradecimiento |
|---|
| En este trabajo se ha estudiado el período comprendido entre la promulgación del Decreto con Fuerza de Ley Nº 210 y la aprobación de la Ley de Pesca de 1992, que establece modificaciones respecto de la regulación de los espacios litorales. En esta etapa se desencadenaron en Concepción una serie de conflic-tos por el uso de los espacios costaneros que involucraron al Estado de Chile, como ente regulador, a través de la Armada Nacional que autorizaba y rechaza-ba las solicitudes de concesión, según criterios como la seguridad, el progreso y el orden de las costas, y a los particulares, empresas pesqueras industriales y pescadores artesanales que pretendían acceder a los espacios litorales para explotar el mar y sus recursos. En este contexto planteamos que, pese a los mecanismos de resistencia al cercamiento desarrollados, los pescadores arte-sanales subsistieron bajo una progresiva precariedad e inestabilidad, debido a una actitud estatal ambivalente y en ocasiones arbitraria que pocas veces acogió y, las más, desatendió sus inquietudes al mismo tiempo que favoreció el avance de la pesca industrial, al menos a partir de mediados del siglo veinte. |
| de Pesca y Caza del Ministerio de Agricultura, con el objetivo de instalar la Cooperativa de Pescadores de Coronel Ltda., en enero de 1964. En este caso, Gregorio Madinagoitia, inspector zonal de pesca y caza de Concepción y Arau-co que actuó como representante del Departamento, solicitó un terreno para “construir bodegas, oficinas, sede social, donde la Cooperativa desarrollará sus actividades comerciales, industriales y sociales”13. En una misiva dirigi-da al Ministro de Defensa Nacional, Francisco Cabrejos, denominado como “Gerente de la Cooperativa de Pescadores Coronel Ltda.”, también solicitó el mismo terreno para destinarlo a la Cooperativa con fines sociales, sosteniendo en su petición que la corporación que presidía fue “formada por el Supremo Gobierno, controlada y dirigida por el Ministerio de Agricultura”14, por lo que es reconocible la venia del Estado, al menos, para la formación y el emplaza-miento físico de estos colectivos de pescadores artesanales. El nombre del cargo que ostentó Cabrejos y la organización denominada Cooperativa invita a reflexionar sobre los mecanismos de acción colectiva de los pescadores arte-sanales en la mitad del siglo veinte. Ante el avance certero y consistente de la industria pesquera que contó con mayores recursos económicos, humanos y técnicos, junto con el auspicio del Estado y el marco legal que facilitó sus incur-siones en el mar chileno, una de las respuestas de los pescadores artesanales fue agruparse en torno a organizaciones jurídicas con estructura jerárquica que canalizaran el principal deseo de los pescadores: acceder al océano para extraer sus recursos. Empero, no necesariamente todos los pescadores de un mismo puerto estaban asociados en una misma organización; por ejemplo, en San Vicente durante la década de 1950, existió paralelamente una Cooperativa de Pescadores y un Sindicato Profesional de Pescadores. |
| Concepción”15. Este es un ejemplo que ilustra la estructura de una organiza-ción de pescadores artesanales, pues frecuentemente era un miembro de la directiva quien redactaba y enviaba las peticiones legales a la Subsecretaría de Marina. Es de suponer que ambos argumentos expresados por Latorre fueron elaborados y ratificados por los miembros de la Asociación Gremial, pues la preocupación por la extinción de recursos naturales y la inquietud por la pre-cariedad de las faenas pesqueras a pequeña escala son valoraciones válidas y plausibles. Por otra parte, a pesar que la Asociación Gremial de Penco solicitó y obtuvo la concesión del fondo de mar a través de su propia gestión, Heriber-to Latorre reconoció el apoyo técnico de la Municipalidad de Penco y la Subse-cretaría de Pesca, así como también del Programa de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) y de la Fundación para la Capacitación del Pescador Artesanal (FUNCAP)16. Esta situación demuestra que los pescadores artesanales de Penco tuvieron autonomía suficiente para suscribirse a progra-mas gubernamentales, así como también iniciativa para detectar problemas en conjunto, hallar soluciones y ejecutarlas en la medida de lo posible. |
| Pesca que atestigua la tuición del Estado sobre los pescadores artesanales46. Además, siguiendo el razonamiento del Capitán de Puerto Julio Ibáñez, Parada aseveró que “los pescadores de Tumbes, la mayoría reservistas de la Armada Nacional o emparentados con personal en servicio activo en esta Institución, son los mejores vijilantes [sic] de ese sector de la Península de Tumbes tan próximo al Apostadero Naval de Talcahuano y demas [sic] Servicios de la Armada Nacional”47. Garantizar el orden y la seguridad de la costa fue un pro-pósito central para las autoridades encargadas de administrar dichos espacios marítimos. Sin embargo, aquella premisa, en este caso particular, también fue usada para negar el acceso a los pescadores artesanales a las nuevas loca-ciones propuestas. Luis González, arquitecto de la Zona Naval de Talcahuano, suscribió que “no debe otorgársele concesión a los pescadores de Tumbes en terrenos fiscales bajo ningún concepto legal, unos por ser terrenos militares y, la cantera, por constituir reserva para la explotación del material patrio que es bastante escaso en este puerto”48. |
