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| Indexado |
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| DOI | 10.7764/AISTH.64.9 | ||||
| Año | 2018 | ||||
| Tipo | artículo de investigación |
Citas Totales
Autores Afiliación Chile
Instituciones Chile
% Participación
Internacional
Autores
Afiliación Extranjera
Instituciones
Extranjeras
Resumen Este artículo reflexiona sobre el cambio de paradigma estético que afecta al entorno material de las elites chilenas en la década de 1870. En este sentido, postula que el desplazamiento de lo colonial a favor de un nuevo “buen gusto”, que apela a lo neoclásico y a lo francés, responde al proyecto de nación que las elites proyectan e implementan después de la Independencia, basado en las nociones de modernidad y de progreso. En cuanto a cultura material, este fenómeno se visibiliza en particular en dos espacios: las exposiciones como instancia de mediación y el palacio como espacio de recepción y apropiación.
| Ord. | Autor | Género | Institución - País |
|---|---|---|---|
| Bergot, Solene | Mujer |
Universidad Nacional Andrés Bello - Chile
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| Vergara Leyton, Enrique | Hombre |
Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
Universidad Nacional Andrés Bello - Chile |
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| Garrido, Claudio | Hombre |
Universidad Diego Portales - Chile
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| 2 | Vergara Leyton, Enrique | Hombre |
Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
Universidad Nacional Andrés Bello - Chile |
| 3 | Peña, Claudio Garrido | Hombre |
Universidad Nacional Andrés Bello - Chile
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| Agradecimiento |
|---|
| Las exposiciones fueron acompañadas de una visualidad que manifestaba su retórica exhibitoria en soportes como los boletines de las exposiciones y los catálogos, que podían estar impresos por sección e incluso por expositor. Debido al limitado desarrollo de la prensa y de la imprenta chilena respecto de la reproducción de imá-genes, las ilustraciones que se incluían correspondían fundamentalmente a grabados monocromos.4 La relevancia de lo visual tiene su explicación en la idea de que el Estado era un agente civilizatorio y pedagógico, propia de la generación de intelectuales de 1842, conformada por José Victorino Lastarria (1817-1888), Miguel Luis Amuná-tegui (1828-1888), Diego Barros Arana (1830-1907), Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) y Andrés Bello (1781-1865), y que alcanzó expresiones institucionales notables en el gobierno de Manuel Montt (1851-1861) (Stuven 61-94). Paralela a la reflexión del mundo intelectual, se desarrolló una política científica e historiográfica que consideraba la imagen y los objetos como elementos centrales para el conoci-miento y la divulgación de la nación. A modo de ejemplo, podemos mencionar el Atlas desarrollado por Claudio Gay (1851), la publicación de la Galería Nacional de Hombres Célebres de Narciso Desmadryl (1854) y, más tarde, la construcción e inauguración del Museo Nacional de Bellas Artes (1880). En este sentido, se deduce que mediante distintas materialidades y aplicaciones de la imagen, la nación se hacía |
| Esta política es fruto de la conjunción entre iniciativa pública y privada y, en este sentido, una de las líneas de trabajo historiográfico sobre las exposiciones internacio-nales y la conformación de los museos en América Latina del siglo xix ha mostrado que el desarrollo científico, agrario, industrial y artístico se debió en gran parte a la iniciativa de empresarios y filántropos, apoyado en la creación de entidades públicas destinadas a la formación de nuevos espacios y de nuevos profesionales que debían apoyar este desarrollo, como lo fueron la Quinta Normal de Agricultura en 1841 y la Escuela de Artes y Oficios en 1849 (Robles; Drien; Sanhueza, “El Museo Nacional de Chile”; Murillo). |